viernes, 5 de julio de 2013

Situación

Algunos soretes suelen ser temerosos de saltar al agua, pareciera que no nacieron para submarinos. Los más grandes tal vez también tengan temor de caer al frío del inodoro, luego de salir calentitos del cuerpo, pero no pueden evitar que su propio peso los arroje al vacío. A veces, uno no se percata de aquel pequeño que se ha resistido a mojarse y piensa que ya es hora de pasar el papel por el culo, confiando en la limpieza posterior a dicha acción. 

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