domingo, 21 de julio de 2013

Vidas frustradas

Y ahora 
que se supone que soy
grande,
desearía regresar
a mi niñez,
al punto en que alguien
pregunta:
que vas a ser cuando seas
grande?
Y yo le respondería: 
nada señor,
nada más que estar vivo,
aprovechando 
las horas en la cama,
los días de sol
en un parque,
quizás con una pelota
o simplemente
bajo la sombra de un árbol.
Nada señor,
nada más que respirar
los minutos de la vida,
ver películas todo un día
o estar echado leyendo un libro.
Nada más que rasgar la guitarra,
beber vino hasta embriagarme
y disfrutar del tiempo
sin relojes ni despertadores.
Haría lo que usted desea
señor,
lo que postergó 
para sus últimos años
en una vida 
que quizás nunca llegue 
a vivir.

Pero claro,
mañana es lunes
y el despertador sonará a las ocho
a pesar de la botella de vino
que llevo dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario