que se supone que soy
grande,
desearía regresar
a mi niñez,
al punto en que alguien
pregunta:
que vas a ser cuando seas
grande?
Y yo le respondería:
nada señor,
nada más que estar vivo,
aprovechando
las horas en la cama,
los días de sol
en un parque,
quizás con una pelota
o simplemente
bajo la sombra de un árbol.
Nada señor,
nada más que respirar
los minutos de la vida,
ver películas todo un día
o estar echado leyendo un libro.
Nada más que rasgar la guitarra,
beber vino hasta embriagarme
y disfrutar del tiempo
sin relojes ni despertadores.
Haría lo que usted desea
señor,
lo que postergó
para sus últimos años
en una vida
que quizás nunca llegue
a vivir.
Pero claro,
mañana es lunes
y el despertador sonará a las ocho
a pesar de la botella de vino
que llevo dentro.
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