miércoles, 26 de julio de 2023

Abrazar

Todos mis errores 
Se agrupan sobre la almohada 
Y en lugar de contar ovejas 
Para dormir
Repaso tropiezos.
Juego a ser mejor persona 
Imagino la maquina del tiempo 
Y al final sueño cosas que no puedo recordar.
La vida es este ensayo constante 
Donde aprendemos a disimular el dolor
Despertando temprano
Diciendo buenos días 
Pagando las cuentas
Siendo puntuales.
Es difícil encontrar las palabras 
Para poder explicarnos
El miedo a ser heridos
Nos arma una coraza.
Quizás nada necesita explicación 
Y con un abrazo todo logre acomodarse.

lunes, 17 de julio de 2023

Caminos

Hace rato que me siento bien
Y no sé lo que escribir
Hace rato que organicé mis duelos
Abriéndome a ellos
Aceptándolos como un pedazo de mi existencia 
Hace rato que me permito llorar 
Por cualquier cosa que me emocione
Y no me guardo más nudos en la garganta 
Hace rato que elegí ocupar lugares donde me tratan bien 
Vincularme con personas que no me hagan daño
Hace rato que todo esto tendría que haber sido natural
Sin embargo uno nunca sabe muy bien cómo vivir
Hasta que lo descubre 
Y esta paz no la regalo, pero puedo compartirla.

jueves, 22 de junio de 2023

Eterno retoño

Cae la lluvia,
como caen las personas, muertas.
El agua hace barrosa la tierra
donde guardaremos nuestros cadáveres.

Cae la lluvia, 
todo se cae por la gravedad (de los hechos).
El agua barre la tierra
arrastrando a su paso cualquier dolor.

Cae la lluvia,
incesante repiqueteo musical.
El agua (sin vida) pronuncia tu nombre,
haciendo florecer los campos
donde una vez enterramos tu cuerpo.

viernes, 23 de diciembre de 2022

Regalo de navidark

Un perro de tres patas
se pregunta si en esta navidad
San Nicolás lo sorprenderá 
con alguna pata de regalo,
más no fuera de cordero
degollado.

Una mosca perturbada
sobre la fruta muerta
aguarda impaciente
que alguien defeque en la vereda
y le pide a Dios
un vaso de fernet con coca.

En el supermercado
se están cagando de risa
mientras desesperados 
en largas colas
asalariados compran sidra a mitad de precio
y piononos remarcados en dolares. 

Jesucristo toma mate con el Grinch,
verdes y amargos los prefieren,
al tiempo que juegan a las damas
con los labios pintados y en pelotas
pero con tacones.

Los árboles llenos de luces
van muriendo de pie
por el agobiante calor del verano
y los niños van perdiendo sus brazos
en cada explosión de fuegos de artificio
que hacen llorar al perro y liquidan a las moscas
cuando suenan las doce campanadas del suicidio universal.

Texto del 2014 Los ilusionistas

Me encanta el fútbol, me va a gustar siempre. Es un juego emocionante, que bien jugado me hace babear. Recuerdo que me gustó desde los primeros partiditos que se armaban en el recreo en la escuela. A los seis años empecé a jugar en una escuelita de fútbol y no paré hasta los doce, que tuve problemas en los cartílagos de las rodillas y me vi obligado a abandonar todo tipo de actividad física durante un año. Cuando me dieron el alta empecé a jugar al rugby pero mi amor era el fútbol, mi primer amor, ese que te marca para toda la vida. 

Mi primer mundial fue el de Italia 90, en el 86 era muy chico y solo recuerdo salir a la calle Cabello y encontrarme con un montón de gente enloquecida tirando papelitos y gritando por todos lados que éramos campeones. Siempre fue un sufrimiento ver a Argentina, equipo tanguero que parece tener que llorar para mamar, pero me hice hincha de Argentina lo mismo, más allá de haber nacido en este país. Cómo no ser de Argentina si teníamos a Maradona! El Diego se fue, el fútbol se puso aburrido durante años y luego apareció este pibe Messi, que parece un jugador de Playstation 6 y hace que uno se ilusione cuando ve jugar a Argentina. Pero Argentina me aburre lo mismo y me da bronca que juege tan mal.

Sin invitación

Así en el tierra como en el cielo
en la oficina como en tu casa
en la calle como en el bar
a donde quiera que vayas
habrá un pelotudo acechando
y la voz de tu conciencia 
quitándote el sueño.

Ciclos

Mientras el dólar se dispara a las nubes
La policía nos dispara a la cara
Y el pueblo se dispara a las calles
Y el presidente se dispara un gramo
Con un dólar enroscado en su nariz