Esta paz
también me ha costado
el insomnio de las noches,
el silencio ensordecedor
de la soledad,
el dolor de encerrarme
en mi propio muro,
las lágrimas
estancadas en el pecho.
Y ahora,
que me juego tu sonrisa
en una generala,
también me juego aquella paz,
pero me la juego toda.
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