que cuando tu carne
se pose en la mía,
y mi ser se pierda en el tuyo,
puedas decirme con el brillo de tus ojos
todo aquello que te lleva a las nubes;
porque sino
creeré que soy ese
que te hace temblar,
cuando en realidad
solo soy ese
que te hace mentir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario