Y si realmente fuera domingo
yo estaría cebándole un mate
mientras usted me lee algún artículo
que le ha llamado la atención,
y sonaría Haydn de fondo
mientras el gato enroscado
en su propio cuerpo
duerme plácido en la cama.
Pero hoy yo no se qué día es,
porque tengo el mate,
el Haydn,
el gato
y hasta el árticulo
pero me anda faltando su voz.
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