se derriten entre sí,
entre baños
con Marías,
bajo las aguas cálidas
del nacimiento.
Todo se resume
a un café
por la tarde
y una música
compañera
de soledad.
Paisajes llenos
de fuego invernal
no logran entibiar
los cuerpos muertos
que arden
desde adentro.
Entonces,
solo entonces,
salgo a jugar
al caminante,
quizás logre
dejar una huella.
bellíiiisimo!!
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